lunes, 4 de agosto de 2014

Los Bañales: una ciudad romana como motor de desarrollo rural. Javier Andreu Pintado nos da las claves para la gestión cultural de un yacimiento arqueológico


Javier Andreu Pintado
Consuegra, 30 de julio de 2014

Broche de lujo para cerrar el I ciclo de Jornadas Formativas Proyecto Consabura. El pasado miércoles contamos con la presencia de Javier Andreu Pintado, profesor titular de Historia Antigua (UNED) y director científico del plan de investigación de "Los Bañales" (Fundación Uncastillo). A pesar de haber concluído las excavaciones en el yacimiento de Los Bañales (Uncastillo, Zaragoza) hacía apenas 2 días, Javier Andreu ha tenido la generosidad de desplazarse hasta Consuegra para visitar nuestra excavación y compartir con nosotros  algunas de sus claves en la gestión cultural y difusión de un proyecto arqueológico que tan buenos resultados están dando en Los Bañales.
Sin ánimo de sentar cátedra, más bien con la sana intención de compartir su experiencia, comienzó recalcando que los tres pilares básicos de cualquier proyecto de esta envergadura son unos voluntarios implicados, unas instituciones comprometidas y unos técnicos preparados y entregados. Si se dan estos tres ingredientes, el resultado esperable es la mejora del nivel cultural local, especialmente si se hace una cuidada difusión del mismo. Desde este punto de vista, nuestro objetivo es colocar Consuegra en el mapa de la arqueología hispanorromana, no solo a nivel científico, sino también a nivel turístico.


Los Bañales es como se conoce en la actualidad a una antigua  ciudad romana que estuvo situada en lo que hoy es la comarca de las cinco villas, en la provincia de Aragón. A pesar de pertenecer al término municipal de Uncastillo, el proyecto que lidera Javier Andreu ha conseguido ser un referente para los cinco consistorios, identificándose los cinco municipios con este yacimiento y colaborando en las diversas campañas y actividades que desde él se promueven.
Los Bañales debe su nombre a una antigua escritura de Pedro II de Aragón (1212) que autorizaba a construir un monasterio sobre unas antiguas termas llamadas "Los Bañales" (los topónimos una vez más son esclarecedores). A medio camino entre el valle del río Ebro y los Pirineos, situada a los pies del cerro del Pueyo, pudo tratarse de la citada Tarraca en época romana, aludiendo a su situación geográfica y municipios colindantes. La población indígena de esta zona eran los Vascones, mientras que en Consabura eran los Carpetanos. Nos presenta una ciudad que fue clave en la vertebración del valle del Ebro. Un municipio de cruce de caminos, gobernada bajo el derecho latino, que Roma elige y potencia, contribuyendo a su desarrollo con obras de ingeniería civil, como la construcción de un acueducto, un foro, termas, etc. No acaban aquí los paralelismos con nuestra Consabura. Fue una ciudad promocionada en época Flavia (finales del siglo I d.c.), cuando posiblemente ocurrió la municipalización de Consabura, aunque monumentalizada con anterioridad. No obstante, a partir del año 90 d.c. se produce en Los Bañales y seguramente en Consabura una amortización de edificios públicos en pro de negocios privados, detectándose a partir de esta fecha un declive de las mismas. En palabras de Javier Andreu, este proceso es una metáfora de la vida, ciudades esplendorosas que en cuatro siglos se convierten en un campo en ruinas, de las que, como en en el caso de Los Bañales, en algunos casos no se recuerda ni su nombre. A partir del siglo II d.c. muchas ciudades hispanas pasan a convertirse en lo que una discípula de Andreu define como Oppida Labentia, ciudades en dificultad, en las que, tras un auge urbanístico descontrolado, sus pobladores se vieron obligados a trasladarse al campo, en busca de un modelo de sostenibilidad  más autárquico. Como nos recuerda Andreu, la historia se repite y el ser humano tiende a cometer los mismos errores. En el siglo III d.c., en época Antonina, se abandonaron definitivamente los espacios públicos y comienzó la decadencia de estas ciudades. Posteriormente, entre los siglos IV- V en el caso de los Bañales, la zona se repobló , ubicándose la nueva población en la zona alta del cerro del Pueyo.

www.losbanales.es

Por muchos motivos, el Proyecto de investigación Los Bañales es un espejo en el que nos debemos mirar. Cierto es que no compartimos su monumentalidad y gran parte de la Consabura romana duerme bajo los cimientos de viviendas actuales (en el mejor de los casos) con lo que la accesibilidad de los restos en nuestro caso está mucho más limitada. Pero el pasado miércoles escuché de Javier Andreu ideas que me parecieron absolutamente reveladoras.

Una de ellas fue su idea de investigación, conservación del patrimonio y acondicionamiento del entorno. Un yacimiento arqueológico ha de ser sostenible, no puede subsistir dependiendo de subvenciones públicas como única fuente de financiación. En el caso de los Bañales, contaron con la colaboración de una fundación cultural local ya existente, la Fundación Uncastillo. En Consuegra contamos con dos por falta de una, con lo que aunando esfuerzos  el respaldo local  al  Proyecto Consabura estaría asegurado. Las actuaciones en el yacimiento no se pueden ceñir únicamente al período que duran las excavaciones. Debe llevarse a cabo una planificación anual de aspectos que incluyan la catalogación de restos arqueológicos, restauración de los mismos, señalización de lugares de interés arqueológico y el mantenimiento de instalaciones. Incluso se podría ir perfilando la  idea de poner en marcha un Centro de Interpretación en la localidad, que en el caso de Consuegra es una necesidad imperiosa. Plantea incluir en el proyecto jornadas formativas (como las que han desarrollado con gran acierto nuestros codirectores en Consuegra) y contar con la colaboración de expertos que estén desarrollando experiencias similares en otros lugares para generar redes de trabajo y colaboración.

La otra idea que se quedó impresa en mi mente es la  forma de gestionar culturalmente el yacimiento y difundir  los hallazgos, utilizando cauces diversos y adaptada a distintos niveles de especialización. Aparte de los circuitos científicos habituales, Javier incide en hacer partícipe a la sociedad a través de los canales de acceso a la información utilizados por el público en general: la Web 2.0.  y las redes sociales.  Un verdadero salto evolutivo en lo que a la difusión divulgativa se refiere,  favorecido por el auge de los dispositivos móviles.  Supone acercar los avances científicos al ciudadano, que vibre con los diarios de excavación, y se presenta como un paso necesario si realmente queremos transformar un yacimiento arqueológico en un motor de desarrollo que genere impacto  rural. Se pueden utilizar otros métodos como las jornadas de puertas abiertas, talleres para niños y jóvenes,  visitas a Centros Educativos, producción de materiales, recreaciones en 3D del yacimiento en épocas pasadas o la difusión en prensa.

Con el Proyecto Consabura y  nuestro blog tratamos de seguir el ejemplo del yacimiento  Los Bañales, verdadero laboratorio de ideas como lo define su director científico, Javier Andreu, porque estoy convencida que esa cíclica decadencia que sufren los pueblos y civilizaciones tras épocas de esplendor se puede invertir y a través de la promoción de la cultura, la investigación histórica y el arraigo de las tradiciones podemos devolver a estos municipios la grandeza que emana de sus ruinas. 

Intervención del Director del IES Consaburum, Pablo Peñalver Alonso

El Sr. Alcalde de Consuegra, Benigno Casas Gómez cerrando  las I Jornadas Formativas Consabura, ciudad y territorium de la Carpetania

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